Tengo el presentimiento que he de vivir muy poco. Esta cabeza mía se
parece al crisol, Purifica y consume. Pero sin una queja, sin
asomo de horror, Para acabarme quiero que una tarde sin nubes,
Bajo el límpido sol, Nazca de un gran jazmín una víbora blanca Que
dulce, dulcemente, me pique el corazón.
Nenhum comentário:
Postar um comentário